José Javier García Pascual

Alfarnate (Málaga) España




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Bienvenido a nuestro pueblo

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A 925 mtrs de altitud, Alfarnate es el pueblo más alto de Málaga.

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lunes, 17 de octubre de 2011

ROBO EN LA ERMITA DE LA VIRGEN DE MONSALUD.

El pasado día 12 de Octubre desayuné con un pellizco en el estómago. Don Antonio, el párroco de nuestro pueblo, me llamaba muy apurado desde la ermita, y me decía que la casa de nuestra Madre había sufrido un robo en esa madrugada. Me imaginé lo peor, pero gracias a Dios, la cosa no llegó a tanto.

Antonio me contaba -en un primer momento- que los ladrones o el ladrón (no sabemos todavía cuántos eran), habían forzado la cerradura de la puerta principal, y habían subido al camarín de nuestra Patrona, para llevarse lo que allí había de valor. Más tarde sabríamos que no fue así, sino que entraron por el camarín mismo, forzando la reja y rompiendo la ventana. Por detrás del camarín, subieron a una de las dos ventanas bajas que dan al interior, y después de romper una tela metálica, forzaron la reja (que aunque es de hierro del bueno sí que estaba metida en un marco de madera ya viejo y pasado, con lo cual fue fácil doblarla). Ya en el interior, no tuvieron mucha dificultad en subirse a una silla y quitarle a la imagen de la Virgen lo que quisieron. Todo lo que era de oro, ha desaparecido.

Sólo esos ojos, (ojos misericordiosos -como son siempre los ojos de la Virgen- ojos de una buena madre que conoce el corazón de sus hijos), ...solo esos ojos pudieron ver el triste espectáculo: unos hijos que, cara a cara, la despojan de los pequeños signos de cariño de muchos alfarnateños... Puede quedar en un suceso más de tantos.... pero para alguien de nuestro bendito pueblo... para alguien creyente, es mucho más que eso.  

Lo más doloroso para todos nosotros, era el ver que habían intentado hacerle algún daño a la imagen de la Virgen, puesto que la del Niño que siempre está en sus manos, estaba volcada totalmente. Gracias a que la imagen del Niño está siempre atada a la imagen de la Madre, no cayó al suelo y se rompió. Pero hubo muchas lágrimas en los ojos de los que allí llegaban, al ver que estos sinvergüenzas le habían roto uno de los brazos a la talla del Niño Jesús.

Me cuentan que toda la calle de la Ermita era un hervidero de alfarnateños que subían angustiados para ver qué había pasado. La noticia se iba extendiendo de boca en boca por todo el Lugar, y de esta manera, unos llegaban llorando, otros llegaban con una indignación incontenida, otros con rabia... Todos con pena y con mucho dolor, por constatar que alguien había osado atentar contra el sitio más sagrado para nuestro querido Lugar: el camarín de la Virgen de Monsalud. Cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron a la ermita para hacer la inspección ocular pertinente, ellos mismos señalaban que nunca se habían encontrado algo así: un pueblo levantado y dolido que acudía a aquel lugar por esta ofensa a su "vecina" más querida.

No era mucho lo que se llevaron los ladrones (o el ladrón), en cuanto a su valor económico; normalmente durante el año nunca se le dejan puestas muchas joyas a la Virgen. Pero sí era mucho el valor sentimental de esas pequeñas joyas (dos anillos, una pulsera, dos cruces, un broche y dos pendientes), signos agradecidos del cariño que unos vecinos nuestros sienten por su patrona, por su protección maternal en tantos momentos de enfermedad o necesidad.  

La imagen de nuestra patrona fue trasladada por Don Antonio y algunas personas más hasta la iglesia parroquial, donde esa misma tarde se celebró la Misa en reparación y desagravio. Al final de la Misa, tras unas emotivas y sentidas palabras de Don Antonio, la pequeña imagen del Niño se dio a besar en el estado en el que está: sin su brazo izquierdo; cosa que causó gran impacto entre los fieles, y que provocó muchas lágrimas.

Dado que la ermita ni tenía cerradura en la puerta, ni tenía seguridad por la ventana destrozada del camarín, mientras se adecúa la ermita, y se hacen los arreglos oportunos, la imagen de la Virgen estará en la iglesia, recibiendo el cariño y la veneración de todos los cristianos de nuestro pueblo. La talla del Niño Jesús se enviará a restaurar en los próximos días, con la generosa aportación de nuestros vecinos, que ya en el mismo día del robo comenzaron a entregar pequeños donativos a tal efecto. A los alfarnateños, en generosidad no nos gana nadie... y si es para nuestra Madre la Virgen de Monsalud, con mucha más razón.

Realmente este robo ha sido una grave ofensa a los sentimientos religiosos de todo un pueblo, que quiere a su Madre de Monsalud más que a nadie. El camarín de nuestra patrona es el lugar bendito donde descansa esa imagen que recibe tantas y tantas visitas, durante el año... el lugar al que nuestros ojos se vuelven en tantas necesidades para rogar, y en tantas alegrías para agradecer. En él está Aquella que es "la alegría y la honra de este nuestro pueblo", -como dice la bandera de la Virgen, que cada año vemos en la Embajada-. El robo ha sido, más que un robo una profanación y una ofensa moral a todos.

Espero que los autores (o autor) del delito estén pronto identificados, y que se le exijan las responsabilidades correspondientes en los tribunales. La denuncia ya está puesta, por nuestro párroco, Don Antonio. Hay pistas, y huellas (muchas), que ya están también en manos de las fuerza de seguridad.

Sólo nos queda, parafraseando las palabras del Señor en la cruz, decir algo parecido a lo que Él dijo: "MADRE, perdónalos, porque no saben lo que hacen".

Todo este suceso, a mí me ha servido para comprender más y mejor, que en nuestro pueblo QUEREMOS a nuestra Madre del cielo; y que aunque a veces estemos un poco tibios a la hora de sacar afuera esos sentimientos, sí que están muy arraigados, fuertemente, en nuestro interior. Porque son fruto de lo que nuestros mayores nos enseñaron, y de la semilla de la fe que nuestros padres pusieron en nuestro corazón.

¡Virgen de Monsalud, ...ruega siempre por nosotros!