El blog de Alfarnate: 2013

En la noche del pasado jueves 13 de Junio, la bendita imagen de Ntra Sra de Monsalud se paseaba por nuestras calles, como cada año desde tiempos inmemoriales. Alfarnate celebraba la "feria", en torno a la memoria de San Antonio de Padua (que, aunque no es patrón de nuestro pueblo, sí que es una figura importante en nuestro calendario cristiano).
Lo que antiguamente fue una feria de ganado, con el tiempo pasó a ser una serie de días para pasarlo bien. Pero lo que siempre permanece a través del tiempo es lo verdaderamente importante: cada año el día 13 de Junio, los alfarnateños -de antaño y de hoy- hemos trasladado la imagen de nuestra Patrona a su ermita.

Y también cada año se escucha aquello de... "¡Qué hueco deja en la iglesia!". Y es verdad. Acostumbrados a ver la imagen de la Virgen en un lateral del presbiterio de nuestra parroquia, ...cuando la llevamos a su ermita deja un hueco grande no sólo en la iglesia sino también en nuestro corazón, porque en su altar de la parroquia la vemos más cerquita durante todo el mes de Mayo. Con esa intención de traslado, el pasado día 13 los alfarnateños cumplíamos con nuestra hermosa costumbre cristiana de "peregrinar" por nuestras calles, camino de la ermita, acompañando a nuestra Patrona. Ese caminar procesional siempre es signo de nuestro caminar en la vida, hacia la casa del Padre Dios.

Este año ha sido especial, y creo que todos estamos de acuerdo en ello. Más respeto, mejor organización. Por primera vez desde hace muchos años, una banda de música de fuera de nuestro pueblo acompañaba al trono de la Virgen. Y el resultado fue muy bueno, hasta tal punto de que los portadores del trono casi "bailaban" las marchas de procesión, con contínuas mecidas, paradas, pasos largos y cortos, etc. La opinión generalizada es de aprobación, aunque siempre haya gente que no la comparta. La vestimenta homogénea de los portadores también fue una razón para felicitarlos: todos con pantalón oscuro y camisa blanca.

Como siempre, la procesión estuvo salpicada de contínuos fuegos artificiales por las calles, en honor de nuestra Patrona, -tal y como marca la tradición-. Al llegar a la calle de la ermita, un año más, la Asociación de Fandangos Alfarnateños había montado un artístico arco para cobijar la imagen de la Virgen. Allí le dedicaron sus canciones -compuestas expresamente para Ella- y bailaron en su honor. La gente congregada alrededor disfrutó a lo grande. Es esta una tradición que se va recuperando, pero que necesita de la ayuda de los vecinos para que no caiga nuevamente en el olvido. El arco de este año superó a los de otras ocasiones, y lucía muy hermoso cubriendo el trono de nuestra patrona.

Al llegar a la ermita, tras un "encierro" al estilo cofrade, muy emocionante para todos, la imagen de la Virgen de Monsalud entró en la que es su casa, donde recibió la bienvenida de todo su pueblo, sus vivas, sus oraciones, sus cantos.