José Javier García Pascual

Alfarnate (Málaga) España




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Bienvenido a nuestro pueblo

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A 925 mtrs de altitud, Alfarnate es el pueblo más alto de Málaga.

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martes, 21 de agosto de 2012

75 AÑOS DE LA LLEGADA DE LA NUEVA IMAGEN DE LA VIRGEN DE MONSALUD. CRONICA DE LOS ACTOS CELEBRADOS.


El pasado miércoles 15 de Agosto nuestro pueblo celebró los 75 años de la llegada de la imagen de Ntra Sra de Monsalud. Recordaba que un 2 de Agosto de 1937, llegaba a la Venta en un coche desde Granada, la nueva imagen de la Virgen, tras los nefastos sucesos de la Guerra Civil.

Por la mañana, se celebró solemnemente la Misa en la Iglesia Parroquial, con abundantísima participación de fieles, que llenaban las naves de nuestro templo mayor. La misa estuvo presidida por nuestro párroco, y la capilla musical corrió a cargo de la magnífica coral "Scala Coeli" de nuestro pueblo, que abrió la celebración de la Misa con el canto instrumentado del himno a nuestra Patrona, compuesto para su Coronación Lítúrgica de 1964.

Por la tarde, nuevamente en la Parroquia, todos los fieles se dieron cita para rezar un solemne Rosario cantado, tras el cual, se dirigieron en procesión por las calles Iglesia, Oriente, Plaza del Puente y Ermita, hasta la Casa de nuestra Patrona, con el guión bordado de la Virgen en cabeza. El gran número de personas que abarrotaban las calles hizo de este acto algo singular en la historia de la devoción a nuestra Madre de Monsalud, en las últimas décadas. Más de 60 mujeres ataviadas de mantilla daban colorido y acompañaban el recorrido, junto con cientos de personas, jóvenes, y mayores, portando flores que luego serían depositadas a los pies de la Virgen. Una auténtica marea de gente que, desde el puente hasta la Ermita, llenaba literalmente la calle.

Foto de Mª Dolores Santana Martín

Foto de Mª Dolores Santana

Al llegar a los arcos de la casa de nuestra Patrona, y entrar por los arcos, se abrieron las puertas de la Ermita; lo que había en el interior había sido guardado en secreto durante muchos días, y nadie sabía qué se iba a encontrar dentro. Por eso, la expectación rayaba en locura, y la sorpresa fue mayúscula al contemplar que en el camarín se había instalado un salón del trono, con su solio desde el cual pareciera que la Santísima Virgen había bajado por una alfombra roja hasta los pies del presbiterio, donde esperaba a sus hijos alfarnateños para recibir su veneración y darles la bendición de Madre. Todos querían llegar primero, haciéndose hueco entre los asistentes para acercarse hasta la imagen de la Virgen. Se vieron muchas lágrimas en los ojos, caras de alegría, de admiración, y de gozo que expresaban el sentir de todo un pueblo; los sentimientos a flor de piel, en todos aquellos que una vez más se rendían de hinojos a los pies de su Reina y Señora.






Foto de Mª Dolores Santana

La imagen de la Santísima Virgen de Monsalud lucía como en los días grandes de la fiesta: con la saya  de tisú de oro y el manto granate de su Coronación, y con la ráfaga y peana plateadas. También lucía su hermosa banda bordada en oro y plata, que desde hace siglos nos habla de alquel gran milagro obrado por la Virgen en un barco a punto de hundirse, en mar abierto.

Toda la ermita aparecía hermosa y finamente adornada de flores, pero especialmente la entrada al camarín, con cortinajes rojos y con la nueva candelería adquirida con la aportación que diferentes personas anónimas de pueblo han querido entregar para este fin. Todo lucía radiante para esta celebración entrañable.


En este acto del solemne besamanos, preparado con tanto cariño por nuestro párroco Don Antonio Jiménez y por las camareras de la Virgen, acudió tal cantidad de fieles que la Ermita se quedó pequeña para tan grande ocasión. Cientos y cientos de niños, jóvenes, mujeres y hombres se acercaron para besar las manos benditas de Nuestra Señora de Monsalud, mientras el coro parroquial cantaba incansablemente y alababa a María con sus voces. Nadie se lo quiso perder, incluso gentes venidas desde Málaga o desde los pueblos vecinos como Zafarraya, Villanueva del Trabuco, Alfarnatejo, Periana, Colmenar o Riogordo.

Todos se arrodillaron y besaron las manos de la imagen. Unos daban gracias, otros simplemente lloraban, otros pedían con gran devoción por los que no habían podido acudir, por sus enfermos, por los que ya no están entre nosotros.... tantas y tantas cosas... Tantas y tantas peticiones que nuestra Madre del cielo seguro escuchó. 

Se contaban por decenas las personas que no dejaban de hacer fotografías de este acontecimiento que marcará la devoción a Ntra Sra de Monsalud en muchos años. Junto con las canciones hubo numerosas poesías dirigidas a la Virgen, recordando de esta manera cómo fue aquella llegada de hace ya 75 años, y cómo se instaló una especie de capilla provisional en la ventana del salón de la actual casa de Clemen, en la calle de la Iglesia.

En resumen, ha sido una nueva ocasión para renovar nuestra devoción a tan buena Madre. Hacen falta  muchas cosas así para mover el corazón de los cristianos de este pueblo, a veces un poco frío a la hora de honrar a su Patrona, o por ejemplo, a la hora de acompañar su imagen durante todo el recorrido durante la procesión. Este año, en pocos días celebraremos la Fiesta en honor a la Virgen; tenemos la ocasión de demostrar que los alfarnateños estamos más que nunca con nuestra Madre bendita de Monsalud. Aunque seamos cada vez menos habitantes en nuestro pueblo, los que podamos estar somos muchos. Dios con lo poco hace grandes cosas. ¿Qué más nos hace falta a nosotros para honrar a nuestra Patrona, sino estar cerca de Ella y tenerla como intercesora ante Dios? Que sea siempre así, en lo bueno y en lo amargo. Con María de nuestra parte, todo lo podemos. Que esta gran fiesta vivida por nuestro pueblo nos sirva para acrecentar la confianza en la Virgen Santísima.

Dentro de dos años celebraremos con alegría los 50 años de la Coronación de Ntra Sra de Monsalud. Y podremos renovar el gozo inmenso de sabernos amparados cada día por el manto de la Madre del cielo, como ya lo sintieron nuestros padres y abuelos allá por 1964 en aquella epidemia de tifus, de la cual los salvó la mano maternal de la Virgen. Alfarnate sin su Virgen de Monsalud no es lo que es. Nunca será lo que es si la dejamos de lado. Y eso depende de nosotros. Depende de que enseñemos a nuestros jiños y jóvenes la gran alegría de saber que tenemos una Madre común que mira por todos nosotros. Depende de que animemos a nuestros jóvenes a querer a María durante todo el año; depende de que les enseñemos a tenerla presente en la vida; depende de que animemos a los jóvenes a llevar con orgullo sobre sus hombros el trono de su sagrada imagen, cada Septiembre; depende de que enseñemos a nuestros niños y jóvenes a visitar y rezar a la Virgen a través de esas ventanillas de la puerta de la Ermita, con cariño y confianza, como lo hace un hijo con su madre. Depende de que en nuestra vida diaria se nos note el orgullo de ser alfarnateños e hijos de tan buena y bendita Madre.

En fin... Que bordemos en nuestros corazones esas palabras bordadas en la bandera de nuestra Patrona: "Oh Virgen de Monsalud: Tú eres la gloria de Jerusalén. Tú la alegría y la honra de este nuestro pueblo".
Virgen santísima de Monsalud, ruega por todos nosotros; ruega siempre por tu pueblo.
José Javier García Pascual